jueves, 20 de abril de 2017

Testigos de Jehová ilegalizados, la óptica atea del asunto

El gobierno ruso ha ilegalizado a los testigos de Jehová en Rusia. Esta decisión fue tomada por el Tribunal Supremo, por lo que las actividades de la religión han sido prohibidas y sus bienes han sido confiscados.

Entre el 8 y el 27 de febrero pasado las autoridades rusas llevaron a cabo una  inspección sorpresa en la que el gobierno de Putin consideró que la organización viola reglamentos y contradice la legislación rusa en materia de lucha contra las actividades extremistas.

El gobierno ruso ve con preocupación que los Testigos de Jehová se nieguen a participar en elecciones o política en general, así como del ejército. Sumado a que la denominación nació y tiene su sede en los Estados Unidos, país con el que Rusia tiene tensiones por liderazgo mundial.

Putin y el Obispo Cirilo en ceremonia religiosa conjunta.
Fuente: Angelidis.Be
"A diferencia de las sectas clásicas como los bautistas, los Testigos de Jehová controlan duramente a los miembros de su comunidad, limitan sus derechos civiles, regulan todos los aspectos de su vida, los engañan durante el reclutamiento y los explotan", sostiene Alexánder Dvorkin, profesor y especialista en religiones, citado por RIA Novosti.
Pero además de la pérdida de patriotismo de los rusos testigos de Jehová con la madre Rusia cabe mencionar que el gobierno de Vladimir Putin tiene una fuerte alianza con la Iglesia Ortodoxa Rusa de manera tal que puede asegurarse que Rusia no es un Estado laico. Los clérigos ortodoxos han influido para que el gobierno persiga a homosexuales (se ha sabido que tienen un campo de concentración en Chechenia), así como prohibir a esta religión que se caracteriza por un fuerte proselitismo.

La ONU se pronunció en contra de la ilegalidad del grupo religioso.

Moraleja laicista

Las acciones del gobierno ruso muestran justamente las bondades de defender un Estado Laico. Un Estado Laico, aquel en el que Estado e Iglesias se encuentran separados, no favorece a ninguna religión. La falta de laicidad en Rusia deja ver el favorecimiento por la Iglesia Ortodoxa Rusa y la subsiguiente persecusión contra las religiones minoritarias. Una lección que se debe tomar en muchos países de Latinoamérica donde los evangélicos están accediendo al poder político con el fin de llevar a cabo "la voluntad de Dios".

Sin duda, lo que está haciendo el gobierno ruso con la persecusión a los testigos de Jehová y a los homosexuales son una violación de derechos humanos. Además de esto, cabe preguntarse ¿son los testigos de Jehová una secta?

¿Son los testigos de Jehová una Secta?

Es común escuchar entre religiosos mayoritarios (católicos u ortodoxos) decir que los testigos de Jehová son una secta. Hay que aclarar que una mente sectaria se puede hallar no sólo entre los testigos de Jehová, sino también entre católicos, ortodoxos, adventistas o pentecostales.

Cualquier religión puede ser considerada como secta si genera entre sus adeptos una visión dicotómica del mundo del tipo: nosotros, los buenos y los demás que están en el error. Algunos autores consideran secta a aquellos grupos que generan lavado cerebral.

Según la psicóloga Kathleen Taylor, especialista en el tema de lavado de cerebro, hay cuatro aspectos importantes en el concepto de lavado de cerebro: (1) Debe tener intencionalidad por parte de quien lo ejecuta; (2) la “diferencia cognoscitiva” entre las creencias sostenidas por una víctima antes y después del lavado de cerebro; (3) la escala de tiempo sobre la cual ocurre el cambio de creencias, y (4) el uso del lavado de cerebro como un “término-salva-vidas”.

Taylor ha evidenciado que tras un lavado de cerebro la fuerza de las creencias es inmensa y las emociones asociadas a ellas son extremas. Las víctimas de lavado de cerebro perciben los cuestionamientos como ataques personales y se rehúsan a establecer una argumentación racional. Otra característica es que las víctimas de lavado cerebral sostienen con vehemencia haberse adherido a la religión de manera libre y voluntaria, seguir siendo libres y que jamás han sido presionados o inducidos por los líderes de la religión.

Muchas de estas características se han observado en los adherentes a los testigos de Jehová, pero no sólo en esta denominación. Le corresponde a la educación en el pensamiento racional en el mejor antídoto contra el fanatismo y el lavado de cerebro.

martes, 11 de abril de 2017

Los autores ateos más influyentes

El siglo XXI inició con una ventaja comunicativa con la que los siglos anteriores no contaron. Se trata de Internet.

Por medio de esta se pudieron conocer ensayos y vídeos de líderes ateos y anticlericales que permitieron la difusión del escepticismo y el ateísmo.

Durante el siglo XX era común que en muchos países de América Latina la adopción del ateísmo fuera más frecuente en personas que también se adherían al comunismo o ideas de izquierda. Esta ya en el siglo XXI ha cambiado notablemente.

En el mundo angloparlante los autores ateos más influyentes son Richard Dawkins, Christopher Hitchens, Sam Harris y Daniel Dennet, quienes han sido llamados los "cuatro jinetes del ateísmo".

En los pasados días se llevó a cabo una encuesta entre los ateos de Bogotá, por medio de la red social Facebook para preguntarles que autores influyeron más en su abandono de las ideas religiosas. Se presentan aquí los resultados de quienes señalaron uno o más autores.

He aquí los diez primeros:


El físico y astrónomo Carl Sagan (1934-1996) es sin duda el más influyente (92,9%): el autor de la serie Cosmos, el libro del mismo nombre, de "El mundo y sus demonios", y "Los dragones del Edén", entre otros, marcó a una generación que vio en el pensamiento racional y la ciencia mejores opciones que la irracionalidad de la religión y la pseudociencia.

Le sigue Richard Dawkins, autor de "El espejismo de Dios", "El relojero ciego" y "Escalando el monte improbable", entre otros (85,7%).

El filósofo alemán Friedrich Nietzsche ocupa el tercer lugar entre los ateos bogotanos, siendo sus obras definitorias para abandonar la creencia religiosa entre el 47,7% de quienes lo hicieron por la lectura.

El astrofísico Stephen Hawking, autor de Historia del Tiempo y El Universo en una cáscara de nuez, ocupa el cuarto lugar de influencia (37,1%); mientras que el colombiano Fernando Vallejo, autor de "La Puta de Babilonia" completa el grupo de los cinco más influyentes.

Los otros tres jinetes del ateísmo, Christopher Hitchens, Sam Harris y Daniel Dennett, cuentan con el puesto sexto y  noveno. Hitchens y Dennet empatan en el noveno lugar con 11.4%. Este bajo nivel de conocimiento se debe a la inexistencia de libros en castellano de estos autores en Colombia. El acceso a las obras de estos tres jinetes del ateísmo se debe a textos en inglés. Hitchens, ya fallecido, cuenta con una influencia inicial de 24.3% 
Evidencia que las nuevas generaciones de ateos está desligada del comunismo es que tan sólo el 12,9% de los ateos señalaron que Karl Marx fue influyente para abandonar la religión. Ubicado ya en el puesto número 11 y marcado principalmente por personas mayores de 35 años.

Entre personas más jóvenes hubo mención de Youtubers omo Dross (11,4%) y también se mencionaron autores nacionales con páginas o blogs: David Osorio (De-Avanzada), Ferney Rodríguez, colaborador de SinDioses y Hernán Toro, del grupo "Escépticos Colombia".

Autores con menor porcentaje fueron Bill Maher, Ayn Rand, Dan Barker, Matt Dillahunty, Mijail Bakunin, Andre Compte-Sponville, Emma Goldman, Earl Doherty, Sherwin Wine, Ramachandran,
Isaac Newton, Michael Onfray, Ernest Hemingway, Mark Twain, Humberto Eco, Roberto Patiño, Julia Sweeney, R.W. Emmerson, Arthur C. Clark, Judith Hayes y Robert G. Ingersoll. Aclarando que algunos de los anteriores no fueron precisamente ateos, como Isaac Newton. 
Cabe señalar que algunos ateos mencionaron autores cristianos como fuente de sus dudas. Entre estos mencionaron las obras de Santo Tomás de Aquino, Uta Ranke-Heinemann y Hans Küng. Esto se explica en la medida en que la información recibida, incluso de atores teistas, es analizada y comparada con otra información permitiendo formar conocimiento. El número de personas que señalaron la lectura también fue elevado.

Queda una preocupación por aquellos jóvenes que no señalaron lectura alguna por justificar su ateísmo, ya que puede ser indicio más de un anticlericalismo, que poseer una postura sólidamente justificada. ¡En todos los casos motivar a más y mejor lectura es lo recomendable!